COMPRA SEGURA: BIOSHOCK INFINITE

Nuestro punto de vista de la última obra de Irrational.

Tras unas cuantas vueltas por Columbia tomando el aire, hay que concretar una cosa. Bioshock Infinite es un auténtico juegazo. La obra de Irrational Games con Ken Levine al mando es candidato firme, y bastante probable, al GOTY del año. Esperaremos a los meses que vienen con The Last of Us, GTA V, BEYOND: Two Souls... Pero va a estar difícil conseguir lo que está consiguiendo este título.

Iba yo por Columbia...

Nos ponemos en la piel de Booker Dewitt, un hombre asolado por las deudas al que le encargan un trabajo con el que su situación quedará saldada: traer a la chica.

Esta chica, como muchos sabréis, es Elisabeth, de la que muy pronto veremos que no va a ser fácil encontrar, ni mucho menos sacar de la ciudad.

Bioshock argumentalmente va mucho más allá de todo esto, y ese es su principal fuerte. Comentar cualquier cosa sería sinónimo de spoiler, y aquí por supuesto, somos partidarios de que cada uno experimente el juego por sí mismo. Lo único que os podemos asegurar es que jugar a Bioshock Infinite no dejará indiferente a nadie. Estamos ante un auténtico juegazo en todos los planos posibles.

De Rapture a Columbia

Un cambio radical. De la claustrofobica Rapture a la inmensa Columbia. La ambientación es muy diferente, aunque la sensación de estar viviendo una situación única e importante en el devenir de ambas ciudades, se mantiene a un nivel muy alto. En este aspecto es un juego muy cuidado y trabajado.

Si habéis jugado al primer Bioshock, muchos elementos os sonarán en Infinite. Los plásmidos toman el nombre de vigores, o el EVE en forma de sales, cumplirán funciones muy parecidas. En lo que se refiere a temas de salud y evolución del personaje, Infinite es mucho más completo. En esta ocasión contaremos con un escudo que nos servirá de primera defensa ante los ataques enemigos, mucho más numerosos, variados y difíciles que en el primer juego.

Se da mucha más importancia a los vigores, gastando menos sales que EVE con los plásmidos, por lo que su uso es de una importancia increíble. Serán bastante variados entre sí y resulta imprescindible variarlos a medida que nos enfrentemos a determinadas situaciones. Tal es así que habrá enemigos inmunes a ciertos vigores, por lo que tendremos que saber variar y combinar de manera efectiva. Una de las nuevas incorporaciones es la posibilidad de generar trampas con los vigores, en las que si caen nuestros enemigos, sufrirán un daño proporcinal al que les infligiríamos si se lo lanzáramos de nuestra mano.

Personalización made in Prophet

Las mejoras como os digo son sustanciales. A lo anteriormente comentado, hay que sumar ciertos toques de rpg que se han incorporado al título. Por ejemplo, a lo largo del juego encontraremos una serie de prendas de vestir, que podremos equiparnos de manera que influyen en nuestras habilidades. Tendremos cuatro ranuras: sombrero, chaqueta, pantalón y zapatos, y cada una nos dará una habilidad que afectará a la partida. Ahí radica cómo queremos jugar, más conservadores, al ataque puro y duro, o una mezcla de ambos. 

Las mejoras de armas no se limitan a encontrar una máquina en la que podamos llevarlo a cabo. Ahora las mejoras necesitarán dinero contante y sonante. Será más difícil conseguir mejoras para todo ya que algunas armas cuentan con más opciones de mejora que otras, y lo recomendable es aumentar con las que mejor nos encontremos. 

Y es que la variedad de las mismas es bastante amplia, contando con armas cortas como pistolas o repetidores, hasta ametralladoras, escopetas, fusiles de asalto, rifles de francotirador, lanzagranadas o lanzacohetes. Según nuestro estilo nos irán mejor unas que otras.

Lo mismo pasa con los vigorizadores, que tendrán dos ranuras de mejora. Estos cobran especial interés por lo caro que es hacerse con dichas mejoras. Es importante mejorar los que sepamos con seguridad que vamos a usar de manera continuada en el juego, y dejar en un segundo plano los que usemos de manera ocasional. Esto es algo que ha mejorado respecto a Bioschock, donde la descompensación de plásmidos era grande, siendo Electro-Bolt el más usado con diferencia, algo que no veremos en Infinite.

Por último, a lo largo del juego nos encontraremos una serie de pociones que nos darán la opción de dar un punto de mejora al escudo, a la salud o a las sales. Si tenemos suerte y buscamos muy bien, llegaremos al final del juego con todos los puntos de los tres elementos, algo que por otra parte resultará bastante complicado, pues no todas son accesibles a simple vista. La exploración será muy importante.

Una Columbia mayor y más segura

Efectivamente la exploración toma una parte importante del juego, bien sea para encontrar coleccionables como los audífonos, que nos ayudarán a completar un poco más la historia, o las pociones que antes comentábamos más arriba. Pero también para usar los mapeados en nuestro beneficio, encontrando alijos secretos, munición, sales, armas o ayudas del terreno para el combate.

En este punto uno de los fuertes son los raíles por los que podremos desplazarnos con el Sky Hook, que también será nuestro principal arma cuerpo a cuerpo, y que tomarán una parte muy importante en todo lo anteriormente nombrado, ya sea para el combate o la exploración. 

Debemos tener en cuenta que su uso va a ser una parte fundamental del juego. Parecerá algo complicado en un primer momento, pero le cogeremos el truco al poco tiempo de juego, dándole a la partida una épica y posibilidades muy grandes.

Otro de los aspectos importantes es la colaboración de Elisabeth. Un personaje que nos acompañará desde muy pronto en la partida y que no se limitará a estar ahí. Se mantendrá activa en combate, dándonos munición o sales en determinados momentos, aunque no de manera infinita.

Otra de las funciones primordiales es la de abrir cerraduras. A lo largo del juego iremos encontrando ganzúas que Elisabeth podrá utilizar para abrirlas. Cobra especial importancia en la labor de encontrar pócimas y audífonos, ya que muchos de ellos estará en sitios a los que tendremos acceso sólo si Elisabeth tiene ganzúas para abrirlos.

Nuestra valoración

Bioshock Infinite ha puesto el listón muy alto para consagrarse como juego del año. Importantes mejoras en el sistema de combate, con enemigos más variados, y más difíciles de abatir. Una IA bastante buena que toma coberturas, rodea y ataca por diferentes flacos y además treméndamente directa en algunas ocasiones. Especial mención para Elisabeth que en ningún momento supone un estorbo o un lastre, y que ha sido muy cuidada para acompañarnos en la aventura como secundaria de lujo.

Argumentalmente es profundo, con cierta complejidad en la trama, y con muchas muchas sorpresas que harán las delicias de los seguidores de Bioshock. Un FPS de acción recomendable con mayúsculas que creo personalmente, mejora con mucho lo que vimos en el primero -Bioshock 2 es más un spin-off- y que incluye uno de los finales más impactantes que he visto. 

En cuanto a la rejugabilidad, cuenta con un modo 1999 increíble, extremadamente difícil, con nulas ayudas y que hará las delicias de los más aventureros. Una Compra Segura totalmente recomendada, de la que seguiréis hablando mucho tiempo una vez terminéis la historia, os lo garantizo.