Con destellos de la obra de Lovecraft, os presentamos un juego peculiar, que mezcla varios géneros.
En ocasiones, agregar pequeñas dosis de otros títulos, sentir su influencia con un toque personal, y finalmente abrazar una identidad como la que Lovecraft ha imprimido en muchos de nosotros, puede ser significativo de una auténtica patraña de juego. No son pocos los títulos que han acuñado la influencia del escritor estadounidense en peor o mejor manera, y Eldritch, en este aspecto, y sin abusar de ello, ni mucho menos, es un título particular.
Cabe reflejar que no es un título que bebe de la basta obra lovecraftiana, si puede llamarse así, pero en el que sí encontramos una clara influencia en el desarrollo de los enemigos, o en la tensión a lo desconocido que nos encontraremos a lo largo de nuestro periplo.
Estamos ante un título en el que identificaremos fácilmente destellos de roguelike, con un aspecto visual totalmente influenciado por Minecraft, carente de crafteo y con una limitación de portar objetos que nos pondrá en varios dilemas a lo largo de nuestras partidas. El objetivo es simple: encontrar la trampilla para ir avanzando por las diferentes salas, evitando o matando a los enemigos que se nos pongan en nuestro camino, y valorando y equipando los objetos que encontremos.
Planteamiento sencillo, pero que a la práctica se antoja como una experiencia que no a todo el mundo va a encandilar. El juego comienza en una biblioteca con tres tomos delante nuestro. No recordamos (benditas amnesias) el porqué estamos ahí, pero se nos asigna la tarea de visitar los mundos que describen estos tomos para avanzar a un objetivo incierto.
Los tres libros correspondes los tres niveles de dificultad del juego, siendo el primero algo asequible, y los otros dos una auténtica locura, con enemigos poco más que invencibles, haciendo de la aventura una real odisea. Además, como buen roguelike que se precie, la muerte nos azotará a menudo. No es agradable, se pierde todo nuestro progreso, pero es algo que tienes que asumir.
Es esencial valorar los objetos que portemos, pues pueden marcar la diferencia entre avanzar, o morir. Además, nuestro personaje no evoluciona, es decir, no hay mejores ni árbol de habilidades que se precien. Somos nosotros contra el mundo... o mejor dicho, contra los mundos, inverosímiles, extraños y con criaturas siniestras.
Por suerte, entre comillas, hay un sistema simple de economía, donde encontrando monedas, podremos invertirlas en compra de objetos y otros accesorios. Igualmente, a lo largo de los mundos, encontraremos, en ocasiones, una serie de cofres donde podremos guardarlas, para que al volver a la biblioteca donde empieza todo, podamos contar con algo de dinerito fresco. Aún así, la sensación de frustración al morir, sigue estando muy activa.
Eldritch es un juego que enganchará a los que hayan disfrutado con algunos títulos de corte parecido, como Spelunky, The Binding of Isaac o FTL, pero que quizá en lo que corresponde a jugabilidad, que no dificultad, es más simple y accesible. Desarrollo en primera persona, mazmorras que se generan de manera aleatoria, y por supuesto varias sensaciones de injusticia aleatoria en las partidas.
Un juego interesante, particular, que engancha durante un buen puñado de horas. Su precio, por debajo de los 12 euros en Steam, también es uno de sus puntos interesantes. Os animamos a que le deis una oportunidad si tenéis la ocasión.
Uno de los dos locos a los mandos del aparato. Le devolveré el maletín al G-Man en cuanto salga Half-Life 3. Intentando completar el 100% de MGSV: The Phantom Pain, extrayendo osos con el Fulton. Estoy contando los días con ansia para la llegada de Uncharted 4.
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